:::::::::::::::::Diario de una Libelula:::::::::::::

De viaje al sur, me di cuenta que aún no se me había pasado lo llorón y reclamón de mi infancia, cada metro que avanzaba el bus, sentía un metro más de rabia y malestar …Y pensar que tengo que viajar todos los fines de semana…
El viaje como siempre fastidioso, el sol en la cara, el guatón que se sentó al lado mío (dato curioso: ocupaba su asiento y la mitad del mío), sin contar que me dejó lleno de papas fritas la ropa el guatón cochino ese, además el muy cerdo se limpiaba los dedos en el asiento de adelante y seguía comiendo,(ojo que aparte de ensuciar el asiento de adelante, seguía comiendo con los mismos dedos cochinos con asiento), al mismo tiempo de todo lo anterior nunca falta la guagua que te llora en la oreja que no te deja ni dormir, ni ver la tele, tele que nunca se escucha ni se ve bien, (yo no se para que cresta ponen tele en el bus si no le suben el volumen, la otra vez igualmente viajaba al sur y el viaje latoso a más no poder y en la tele “Los Simpsons”, lo único que me gusta ver de la tele y no tenía volumen y le pregunté al auxiliar si le podía subir el volumen a la tele y me respondió: “Ehhhhh Es que no saco nada con subirle el volumen por que igual no vai a escuchar ni una lesera por que el bus mete mucho ruido”, yo no se para que ponen la cajita esa si no tiene función alguna, arréglenle el sistema de sonido poh, o no pongan tele y se acaba el asunto), y a todo esto siempre la gente pretende que seas amigo de todos cuando viajas, shh con que cara, con lo car’epalo que es la gente, y que aparte aguantes calladito tanta mierda que pasa en los buses, ¿acaso no pueden entender que uno quiere que los viajes sean agradables?